
Hace tiempo que no escribo acá. Estaba esperando que mi situación cambiara para tener algo nuevo que contar; y aunque pasaron muchas cosas, todo sigue igual.
Hoy me sacó de mi letargo una discusión que presencié en un programa de TV, respecto a la prostitución VIP y el trabajo de las modelos; me sentí muy tocada y no puedo dejar de opinar.
Tengo casi 50 años, estoy a punto de recibir un segundo título universitario, si encamino la tesis para fin de año; y hoy más que nunca, batallando contra los prejuicios y la discriminación.
Por cuestiones del destino, la naturaleza... váyase a saber porque, todavía ejerzo como modelo y stripper. Me gusta, no lo voy a negar, pero tampoco consigo emplearme en otra cosa.
Como modelo vendo la ropa que lleve puesta, que en mi caso generalmente se trata de lencería, personalmente trato de mostrarla desde un ángulo particular: lencería sexy para señoras de mi edad. Entiendo que no todas las cincuentonas tienen mi figura, pero
lo que quiero demostrar, es que "se puede", que todos podemos sentirnos sexys y deseados sin importar edad, físico, condiciones sociales, etc; lo importante es la actitud.
Como stripper vendo fantasías, provoco deseos, a veces curiosidad, e incluso algunas otras incitación a la polémica. Lo importante es que solo vendo un espectáculo; guste o no.

Antes me pasaba cada tanto, que surgía algún malentendido y alguien ofrecía comprarme algo que definitivamente no vendo; ofrecían pagarme por sexo. Muchas veces pasó que no pude cerrar un contrato de actuación porque no incluía sexo, generalmente ocurre esto en relación a las despedidas de soltero, razón por la que me he dedicado mas animar otro tipo de eventos. La cuestión es que me resultaba muy fácil negarme porque no vivía exclusivamente de esta actividad.
Hoy, que vivo de esto con exclusividad, la demanda de sexo se ha vuelto un acoso para mí (supongo que será por el cierre del rubro 59). Tengo que lidiar con ello todos los días, estoy en una triste situación económica y rechazo importantes ofertas monetarias; esto no es porque quiera hacerme la pacata o la santurrona, que sé muy bien que no lo soy; se trata de que siento que no tengo las herramientas y capacidades suficientes para ofrecer lo que se me demanda.
Preocupada por este tema del acoso laboral, que de cierta manera estoy sufriendo, hoy también tengo que soportar a un periodista, que tomando como eje el tema Jessica Cirio, que fue denunciada como prostituta por los medios del Paraguay, nos echa a todas en la misma bolsa; y según su visión todas las mujeres que mostramos nuestro cuerpo "somos prostitutas".
Desde la situación que particularmente me toca vivir hoy esto me duele mucho, y mas me duele pensar que el señor que dijo esto, es un importante comunicador de un medio nacional.
Espero que se me equilibren los sentimientos que este hecho me provoca, y poder seguir hablando de este tema mas adelante.
